Wednesday, April 18, 2007

Como pendejo sobre charco baboso


Hoy me recordé de algo bien loco que me paso cuando estaba en la escuela. Recuerdo que era un viernes que había llovido toda la mañana. Al mediodía fui al comedor a almorzar, en verdad almorzaba dos veces. Lo que hacia era que salía corriendo del salón exactamente cuando sonaba el timbre para no tener que coger la fila cabrona que se formaba en el comedor. Cogia la bandeja, comía tranquilo con mis amigos y después que terminaba me iba pa una guagüita afuera que vendía dulces a comprar Cebollitas, una Pepsi y bombones de menta. Yo pa eso coleccionaba los tazos que venían en las bolsas de papitas y chitos y me iba caminando por toda la escuela buscando por el piso a ver si la gente los había botado. Un día bueno eran como 10 tazos. Un día malo eran como 4 tazos. Era una aventura cabrona. Después volvía pal comedor a almorzar otra vez y a coger mucha leche porque siempre sobraba. Me iba contento con el estomago lleno pa la próxima clase donde me quedaba dormido escuchando la clase de español. Este día lluvioso lo recuerdo clarito. Tan pronto termino la clase de español, me levantó el timbre, me fui caminando pa la próxima clase. A esa hora casi toda la escuela esta por ese camino donde uno anda para ir a otros salones. No se por que, pero me dieron ganas de correr sobre los charcos de agua que habían en el piso. De momento piso un charco baboso y me doy un resbalón tan cabron que abrí tanto las piernas que rompí el pantalón por los webos y luego me caí sobre el fango. Toda la escuela se paró de momento a mirarme y a reírse bien duro. Lo único que recuerdo son las caras de la gente riéndose en cámara lenta, mientras yo estaba en el piso sobre un charco con fango y los pantalones rotos enseñando los calzoncillos. Empecé a llorar como un pendejo. Cinco minutos después un amigo me levanto y me tapo los calzoncillos con una bolsa negra de basura que encontró por el piso. Me fui pa la oficina para que me chequiaran un golpe que me di por la rodilla y un dolor que tenia en la espalda. Mami llego a buscarme enfogona, pero después se alegro conmigo y me compro unas tenis en Kmart.

8 comments:

Anonymous said...

Manny cuando estaba en la escuela yo era bien salvaje y montuna. Me pasaba trepada por todos los columpios y los monkey bars un día estaba trepada por encima de los monkey bars y entre una monada y la otra me caí, ouch , todo el peso encima del brazo derecho, se me partió bien aqueroso. Los nenes se empezaron a reir pero cuando me vieron el brazo to descojonao y con un hueso por fuera se fueron corriendo cagaos a buscar ayuda.

Anonymous said...

Jaa Jodeina que curioso a mi me paso lo mismo pero no me rompi el brazo. Pero queria que la tierra se abriera y me tragara.

El Rata said...

Moreja, Manny: Aunque a veces uno haga el ridículo por estar brincoteando en charcos como un pendejo, siempre aparecerá un amigo a taparte el culo con una bolsa Glad.

Qué historia más bella. ;-)

Unknown said...

Amen rata.. amen... por el amigo y por la bolsa Glad

El Rata said...

Estoy seguro que los que diseñaron las bolsas Glad nunca se imaginaron que se usarían para taparle los pantalones rotos a alguien... y también sirven de capa cuando llueve, y si eres un deambulante, de sábana. Son muy útiles. :-D

Unknown said...

es cierto rata, tambien sirven para recoger la mierda de perro y la humana (yo a veces cago en el patio cuando estoy apurao y hay gente banandose)

El Rata said...

Sí, así de convenientes son. Y como nos negras, nadie ve el mojón con maicito que está en la bolsa... si es que esa gente de Glad pensó en todo.

Unknown said...

jaja si.. es cierto...

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