La vida continua...

Hoy quería ponerles la historia de cómo Moco Parte 2 murió, pero mientras escribía me dio tanta pena que no pude. Quiero que sepan que estoy vivo, Dios me ama con su santidad sata y me dará paciencia y paz mental. Anoche dormí poco porque en el motel una señora mayor rompió fuente y dejo un charco cabron en la cama del motel. Me toco lavarlo, pero al final el olor a bacalao se quedo en to la cama que tuvimos que sacar el matre y mandarlo a tirar a un río por Levittown. Lo que pasa es que el camión de la basura no quiere pasar por el motel porque le quitamos un zafacón. Pronto vengo con mas, sigan escribiendo que este es el blog mas comentado del planeta.

Socializar con gente que me compra arena

Hoy en el día me fui a llevarle unos sacos de arena a una pareja recién casada que viven en Cataño. Parece que están construyendo una casita en el patio para la mama del dueño. Me dio tristeza pensar que una viejita iba a vivir sola en una casa en el patio de otra casa. Pienso que la viejita debe vivir dentro de la casa primaria y compartir mas de cerca con la pareja. Quizás la viejita apesta y pues no la quieren cerca, pero eso no es razón para botarla de la casa. Yo tenia una abuela que le apestaba la boca a mangosta podría, y no me gustaba darle besos porque cuando abría la boca me daba asco. También me dio tristeza que la esposa del tipo que me compro los sacos de arena no tenia un ojo. Ella tenia puesto un parcho de pirata. A lo mejor le gustaría ser pirata o se quedo disfrazada después de Halloween. Bueno, el asunto es que en la casa me dieron hasta comida. La viejita me trajo un plato de arroz con gandules con viandas, unas galletitas de animalitos, un muffin y un limbel de coco. Me lo comí completo y ella se puso contenta. Para mi fue una experiencia chévere socializar con gente diferente. Ya me estoy cansando de mi vecino y de la novia esa que tiene que me tiene envidia.