Monday, June 27, 2011

Boricua Power: Militza


De vez en cuando conocemos una femina que va a toas y no le importa lo que opinan de ella.  Son pocas, de hecho, pues por lo general las mujeres son sensitivas y cualquier mierda que uno les diga sus emociones la dominan y empiezan a decir disparates (por ejemplo, una nena hormonal una vez me dijo que me parecía a Jay Fonseca).  Militza es una de estas mujeres que se siente siempre bien, la pasa cabrón en cualquier lado y cuando critica a una gorda la critica hasta el final y sin miedo, sin dejarla levantar de los cantazos que recibe, ensangrentada y botando grasa por los chichos.  Militza es "vengativa"... de esas mujeres que averiguan todo y después te sacan en cara las mierdas que uno le hace.  Aun así, Militza siempre la pasa cabrón.  Siempre. Bien cabrón con Militza.

Militza es el nuevo Boricua Power. Como pueden apreciar en las fotos, Militza tiene un cuerpo bien cabrón, viste cabrón, se peina cabrón y posiblemente en la cama sea una bestia cabrona. Opinen sobre las fotos en los comentarios.

En el proceso de conocer más sobre Militza, me di cuenta de que tiene unos gustos bien particulares.  Le gustan las cervezas calientes o los tragos sin hielo, los sorullitos con mayoketchup, las cámaras desechables y los coditos con queso.  Cuando me mandó las fotos, le pregunté que opina sobre su cuerpo y me dijo: "Mi cuerpo es mil veces mejor que la gorda de Bárbara." (Chiste interno de FB.)








Sunday, June 12, 2011

El ANO más importante de mi vida


Cono… Se me dano la tecla de ‘ctrl’ en el keyboard… no tengo “ennie”…  y pa colmo la mierda de Word no me está funcionando bien. Qué jodienda, puneta.

De todas formas yo sé que hay par de cabrones que se quejan de vez en cuando porque siempre estoy hablando de mierda, de culos y de bichos con leche en el prepucio, así que hoy decidí tomar un ‘break’ pa’ hablar un poco de mi pasado. Espero que cuando lean esto reflexionen un rato con Medallita al lado (como hago yo) y que puedan entender un poco más sus vidas.

Hoy les voy a escribir brevemente sobre el ANO de mayor influencia en mi vida. Espero que con mis palabras puedan descifrar el ANO al que me refiero.

Me acuerdo como si fuera ayer, es el ANO que Ashley tuvo su éxito “Yo soy la bomba”. Fue su primer sencillo y su primera producción discográfica. Definitivamente ese ANO trajo muchos éxitos para su carrera como artista. Me acuerdo mucho de ese ANO porque fue cuando saqué mi licencia de conducir. Durante ese ANO me comí un huevo de iguana pensando que era una canica. El ANO anterior había sido bien mierdoso porque mi único modo de transporte eran unos patines ‘inline’ que me compraron en el Woolworth de Rio Hondo. Esa tienda era tan mierda y tan basura que cuando quebró los duenos de la tienda parece que le echaron una maldición a esa sección de Rio Hondo. Ninguna tienda se ha podido mantener a flote en esa esquina porque el espíritu encabronao’ de Woolworth no lo permite. Best Buy, se jodió... CompUsa… se jodió… Capri se esta jodiendo… hasta Marshall se tuvo que mudar pal parking al frente de donde estaba ‘Everything’s a $1.10’ pa’ sobrevivir. Bueno, el punto es cuando saqué la licencia boté esos patines pal’ carajo y me puse a chulear por Levittown, el pueblo más progresista de área metro. ¡Por fin era libre y podía salir pa’ donde me salieron los cojones! Lemmy, la bolera, Davison Plaza, la piscina al lado de la pista… ¡Acceso al paraíso! Como pueden imaginarse… me pasé el ANO entero por todos esos lados. Fue un tiempo maravilloso para mi porque tuve la oportunidad de colarme en las barras de la Boulevard y beber escondío con los viejos. Me encontré a mi mismo entre mesas de billar y de dominó a pesar de mi edad. Lo más cabrón de todo es la libertad que ese ANO me brindó, tantas cosas importante que nunca voy a olvidar. Así que cabrones aprovechen la vida, si aun eres un chamaquito jode con cojones, y espero que este ANO les traiga mucha satisfacción.

¡Qué Dios bendiga tu ANO…por el culo!

Friday, June 10, 2011

Carlos Ochoteco y la abuela cagando: recuentos de mis cambios radicales


Llegó un momento en mi vida donde tenía que cambiar por completo mi forma de pensar. Guardaba mucho odio en mi corazón. Odiaba los bebés, los cocodrilos blancos, los amigos ricos con PS360, las plantas, los Mitsubishis… y por último, odiaba con todo mi ser a Carlos Ochoteco. No conozco la razón por la cual odiaba a Carlos Ochoteco, pero lo odiaba a muerte.  

Si continuaba como estaba, con este patrón extraño en mi vida, podía acabar muerto en algún motel, desnudo y con las bolas llenas de hormigas bravas y una dona de Krispy Kreme metío entre mi bicho. Esto suena trágico o peliculoso, pero las cosas en Puerto Rico no están muy bien que digamos. Ahora mismo alguno de ustedes me pude decir en las sección de comentarios de este post que mataron a un tipo en Salinas con una hoja de plátano y me lo creo y sigo andando como si nada. Bueno, hablando de eso, a mi me contaron los otros días que un tipo de 88 años se suicidó en su casa en Morovis luego que se enteró que en el internet había porno gratis.  Eso lo regaron por Twitter bien pasao.

Las épocas cambian o cambian los que estudian las épocas. No lo sé. Ni me importa saberlo.

Siempre he dicho que la mejor década era la de los 80s donde las personas estaban todavía en un hangover bien cabrón luego de estar jodiendo, pariseando y chichando sin control en los 60s y los 70s. Los 80s fue una década de reposo pero súper épico, de buena música para bailar tranquilo (algo como Raffy Lind), darse un pase de cocaína con marijuana molida en la “iglesia” tranquilo y tener relaciones sexuales con mujeres con la chocha bien pelúa y el clítoris más duro que un canto de pan viejo… tranquilito.


El punto es que decidí cambiar por completo. Como de esperarse, en esta transformación personal también sucedió un cambio en mis memorias. La decisión no fue fácil al principio, pero la motivación recibida por una amiga mía bien puta (se pasa jangeando en el Hotel La Concha para coquetear con gringos bellacos) fue lo que me mantuvo activo, positivo y con las bolas bien grandes. Claro, mi familia fue crucial. Ellos me hicieron sicología inversa, diciéndome que no podía, que era un mamabicho desertor escolar, vividor, siete pestes y que nunca debí nacer. Yo hice lo contrario.

¿Cuál fue el cambio?

Hace un año y pico atrás, comencé a tomar clases de redacción y lectura en una universidad privada. En esas clases aprendí a ser mas cuidadoso con mi estilo de escribir, en pensar más allá de culos y tetas, de mierdas y vómitos, de pizzas y peos químicos en la cara, de mojones en forma de bicho y perros clavándose a bebés con pampers cagaos. Aprendí a ver las palabras sin miedos, sin remordimientos, en liberar mis preocupaciones sin mirar hacia al lado. Antes yo era un tipo tímido que cuando escribía las cosas me distraía en estupideces. Ahora escribo estupideces porque las pienso. A veces son responsable, a veces no me importa un carajo.


Solamente cogí dos clases de redacción porque eran bien temprano por la mañana y se me hacia difícil levantarme. Pero lo que me han dicho es que uno aprende todo en las primeras dos clases. Menos mal.

Otro cambio radical en mi vida fue ir a clases de salsa con unos amigos en una barra cocola en San Juan. Mis pies no son los mejores pues tengo el bicho largo (bien largo) y mi caminar es dificultoso por eso, pero con todo esto aprendí par de pasos chéveres con las chicas de la barra y ahora me puedo defender mucho más que antes. No es que antes era un pendejo bailando, es que (repito) como yo tengo el bicho largo pues era más tímido a la hora de sacar a bailar a una nena que esté despistada y sola bebiendo Don Q con cranberry en alguna esquina del lugar. Cuando mi bicho se para inexplicablemente, al bailar salsa eso la frota por la barriga y las nalgas y puede causar problemas serios. Ahora (gracias a las clases) me atrevo y al final (si se puede) pues le toco un poquito las nalgas (por la parte de arriba) para que sienta que no soy un mamón y si me deja puedo seguir bajando las manos hasta agarrarle las nalgas y (si hay terreno fértil) llevármela para mi cuarto a ver Mr. Bean.


En fin, estos cambios trascendentales mejoraron la calidad y la ortografía de mis escritos. En el departamento de mujeres, pues ando en sequía total por mucho tiempo. Menos mal que soy Gold Member de 100 websites pornos y con eso puedo alimentar mi bicho. De hecho, no se si se enteraron, pero me metí a polígamo para ver si me caen (más) mujeres. La poligamia está cabrona.  Te puedes clavar a todas las mujeres que tu quieras,  casarte con ellas si quieres o no y al final… tranquilo.

Cambiando el tema, ¿alguien aquí ha visto la abuela cagando? Se limpian a mano pelá y con una esquinita de la enagua. Luego te sirven el arroz con pollo con las manos cagá. Tradición boricua.

Sunday, June 05, 2011

Si un terrorista te pone una pistola en la cabeza y te dice que te metas tu bicho (o la chocha, si eres mujer) a la boca o te pega un tiro, ¿lo harías?

Por alguna razón misteriosa, hoy me hicieron esta pregunta mientras caminaba por Plaza Río Hondo. Una vieja verde sentada frente a K-Mart me lanza esta pregunta difícil de digerir. Me puse a pensar en eso por un momento y mi mente no me dejaba, como si tuviera un bloqueador de bichos en la boca.  Yo no soy gay ni tenga nada en contra de los gays, pero pensar en un hombre con un bicho en la boca es algo que me causa peo (el preámbulo a una gran cagada). 

Dejo esta pregunta para que ustedes expresen sus sentimientos al respecto. 
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